EL TREN DE LOS MOMENTOS... mmm... te lo agradezco, pero no
Comentario sobre el álbum "El tren de los momentos" de Alejandro Sanz.
En algún tonto momento creí que este artista traspasaría la barrera del mamonismo, esa que te hace componer sólo baladas románticas lloronas y bien chulas (en Chile: algo de mal gusto, "ordinario" o vulgar; sinónimo: picante, cebolla). Pero me equivoqué. ALEJANDRO SANZ no se atrevió a cruzar la vereda como sí lo hiciera en su momento, por ejemplo, Miguel Bosé, quien entendió que su capacidad iba más allá de seguirle el juego a la industria e hizo que ésta se adaptara a él, modificando su estilo, incluso, impostando su voz de manera diferente, como queriendo alejarse de la imagen de mero producto. Se trata de la actitud de un grande, de un monstruo, que igual le entrega millones de euros a su casa discográfica. Es que hizo que los habitantes de las dos veredas le diéramos permiso para transitar de un lado a otro, porque demostró que su evolución, su intención constante de reinventarse, es una actitud valiente, es decir, la de un artista del arte, y no la de un artista del mercado.
Después de escuchar No es lo mismo, creí que Sanz estaba en esa misma línea. Que de las insoportables baladas de su primera etapa, había encontrado el espacio para buscar nuevos sonidos, experimentar y contar cosas que fueran más allá de las divagaciones amorosas que muchas veces se tornan repetitivas y letárgicas. No hay nada peor que un artista talentoso que se queda en lo de siempre. No es lo mismo fue el encuentro de las dos veredas, públicos que no se topan que ahora se veían las caras por primera vez. A él también empezábamos a darle permiso. Pero al parecer se trataba sólo de un espejismo.
Voy a dejar las cosas en su lugar: Alejandro Sanz es un tremendo músico. Toca la guitarra con gran talento; su técnica de escritura es bastante peculiar, estirando muchas veces la línea del verso hasta límites que escasos autores en el mundo se atreven a alcanzar; sabe escribir poesía; posee un timbre de voz aflamencado muy particular en fin. Son muchos los motivos para definirlo como un artista tremendo. Sin embargo, El tren de los momentos debe ser uno de los discos más desilucionantes y aburridos que he escuchado. Mantiene toda la calidad de la técnica, pero adolece de onda, de identidad. Sacó algunos elementos del disco anterior y los introdujo en canciones que no van a ser recordadas en el tiempo, porque son una vuelta a lo mismo. Destaco en todo caso algunas canciones como "Enséñame tus manos", "Te lo agradezco, pero no" (con Shakira y sus caderas) y "Te quiero, te temo". La discografía del español para mí sigue ciñéndose a "No es lo Mismo" y algunas canciones sueltas.
por Denis Leyton
más información en
Sitio Oficial de Alejandro Sanz
comparte este artículo
.
.
.
Alejandro Sanz | El tren de los momentos
.
.
.
post siguiente
JAMIE CULLUM o Jazz: ¿música para las masas?
post anterior
12 SEGUNDOS DE OSCURIDAD, Jorge Drexler (2006)
*
1 comentario
joseernesto -