Subhira pacífica provocación musical
Artículo sobre la trayectoria del músico Subhira (Rodrigo Cepeda).
Si hay un músico que a través de su obra me sacó de los esquemas rígidos a los que mi trabajo y mi pasado musical me tenían acostumbrado y amarrado, ese es Subhira o simplemente Rodrigo Cepeda. Su primer álbum marcó tan profundamente mi sensibilidad, que fue uno de los pocos sonidos que acompañaron mi viaje a las tinieblas musicales en las que vagué durante buena parte de los 90 y el inicio del nuevo siglo, sin encontrar nada que me identificara y me reencantara... ¡qué importante es tener una banda sonora que acompañe nuestras propias historias!
El piano que evoca las travesías de este músico por los parajes del sur de Chile y de otras circunstancias de su vida de las que fui testigo en una pequeña parte (Cahuelmó, 1995), es tal vez tan provocador como propuestas más ruidosas o comerciales que inundan nuestros oídos, incluso en la escena indie, porque bordea la melancolía y la belleza, en un juego al límite entre la tristeza y el goce. Cahuelmó, Sofía, Seng Po y Asturias, por ejemplo, son ensoñadoras y nostálgicas a la vez, llenando espacios, desenterrando recuerdos, provocando la imaginación de diversas situaciones.
Me pasa mucho con Arrayán, donde logro recordarme tras el vidrio empañado por la lluvia, al calor de una salamandra, observando esas montañas de la pre-cordillera andina que parecieran venirse encima de uno.
Según explica en el álbum el propio Subhira, Cahuelmó debe su nombre a uno de los lugares más hermosos e inspiradores que he conocido. Se encuentra en la Región de Los Lagos, Chile, en lo que hoy es el Parque Pumalín. Laguna Escondida es una pieza tan hermosa, elevada, tal como Valecito o Consuelo, tres composiciones que forman parte de su siguiente CD, Cañi (1998), un homenaje a las tierras mapuches protegidas en el Santuario y modelo de conservación El Cañi, en la bifurcación del camino que une Pucón con Caburgua. Pehuén, denominación que el pueblo mapuche hace de la araucaria, es aquí el nombre del séptimo track que mezcla el piano con ritmo e instrumentos de los hombres de la tierra. Emocionante. Esa búsqueda del sonido clásico con el étnico se torna emocionante.
Cuando escuché estos dos trabajos por primera vez, pensé que se trataban de soundtracks de películas que nadie filmó, pero cuyas imágenes asoman por sí solas. Es que no se trata sólo de un músico, su piano y sus amigos que lo acompañan: es la mezcla de sonidos occidentales con ritmos folclóricos que se incorporan sutiles a alguna escena de exteriores en medio de la selva sureña, entre mañíos, lengas, aguas termales y los lagos; es la voz femenina de un coro que atrae los recuerdos de algún protagonista con la mirada perdida hacia algún volcán; es el personaje en primer plano que sonríe dichoso por su hallazgo de paz interior, mientras pasamos al plano general de él en medio de aves, lluvia y sus gotas que bajan por las hojas de los coigües y raulíes.
Escuchas
CAHUELMÓ
Track 1 álbum homónimo (1995)
Con estos dos álbumes se reveló además una faceta inquieta en la que el músico se transformó en un empresario que no perdió la sensibilidad creativa, dando vida a la casa discográfica Mundovivo con la que edita sus trabajos, además de discos de artistas y bandas como Andrés Condon (cuerdas maravillosas), Viento Celta, Entrama, Romá (música gitana), Carlos Pérez y Prahba, entre otros. Este sello se define como independiente, especializado en Música Electroacústica, World Beat, Nueva Era y toda expresión musical que vaya por un camino de bien para el mundo.
La discografía de Subhira cierra un ciclo de lo que él llama la trilogía al editar Travesía (1999), una serie de ritmos y sonidos que, manteniendo el sello ya característico de su piano, se inspiran en diversos lugares de Chile y su naturaleza, como Norte y Cal y Licancabur por el norte, o Marichiweu y Caleuche por el sur.Pero que no se espere encontrar folclor puro aquí: estas son personales adaptaciones e inspiraciones que esos lugares, su fauna o sus mitologías provocaron en el autor. Por cierto, la mezcla del instrumento clásico con el autóctono sigue marcando una pauta de elegancia en su trabajo, como el charango en Parinas.
Es verdad, y quizás se pueda desprender de este relato, yo conozco a Rodrigo Cepeda. Y si bien uno tiene muchos amigos en la vida, no escribe un post de cada uno de ellos. Eso me da la tranquilidad para exponerlo aquí como el gran artista que es. Lo conocí hace muchísimos años cuando dirigí un video de su grupo Equs para el Canal 2 Rock & Pop, con Sol Aravena y Prahba como integrantes y unas bailarinas muy guapas (ya contaré mi historia de cómo pretendo rescatar de una bodega de Radio Cooperativa todo el trabajo de aquella época). Rodrigo era además quien ponía la música cada tarde en un programa en vivo de competencias escolares que animaba el Rumpy en el mismo canal extinto.
Hace unos meses la casualidad nos llevó a encontrarnos después de muchos años en la otra mitad del planeta. Subhira viaja todos los veranos europeos a tocar en tierras alemanas, donde existe un respetable circuito de personas que consumen música del mundo.
Es así como en Frankfurt, en medio de conversaciones sobre la escena musical chilena, los fondos concursables, los proyectos audiovisuales y las chicas como motor de inspiración, escuché por primera vez completo su último proyecto, Transubhiriano (2007), un disco doble (¡de hermoso diseño!), en que su trabajo se acerca al trance musical y la meditación bailable, por llamarlo de alguna manera.
Ves
332 (en vivo)
Track 1 Disco "Gira" del Transubhitiano (2007)
El disco A, subtitulado Gira se vale de temas larguísimos que incorporan gratamente la percusión y el sonido electrónico. En 332 lucen los accesorios y el juego vocal de Joe Vasconcellos, en una intensidad interpretativa desconocida en sus propias canciones; en Desiertrance escuchamos la quena y el quenacho a cargo de Patricio Quilodrán; la voz de Sol Aravena vuelve a sonar familiar en Estación Impar; y Joe regresa a su esencia, la percusión, en Afrika. El disco B se llama Trip, una experiencia extraña al comienzo, pero de fácil "absorción": se trata de bases rítmicas tecnos que evocan a la Love Parade, la Siegessäule y la Alameda repleta de gente bailando, todo combinado con sonidos étnicos africanos o americanos. Buenísimo. El final de Santag, con el contrapunto vocal de Sol y Joe jugando con una melodía que recuerda al qué dirá el santo padre que vive en Roma de Violeta Parra, es genial. En Teoafrikano incluso asoma un violín y juegos vocales estilo klezmer.
Transubhiriano, Gira-Trip es toda una sorpresa para los acostumbrados al sonido reposado de sus 3 discos como Subhira, pero que demuestran que estamos frente a uno de los músicos más talentosos de la actualidad. Espero (y trabajo en mi aporte) una pronta presencia de su trabajo en el cine.
por Denis Leyton
más información en
Sitio oficial de Subhira
Subhira en MySpace
MySpace de Transubhriano
Sitio del sello Mundovivo
Club de fans en Facebook
Subhiramusic Youtube
comparte este artículo
.
.
.
Subhira | Rodrigo Cepeda | Mundovivo | Transubhiriano
.
.
.
post siguiente
TIEMPO, Oscar Andrade (1982)
post anterior
FRUTILLAS de Joe Vasconcellos
*
6 comentarios
Cheap Jordan shoes -
chanel replica watches -
cheap ugg -
Nike Shox Shoes -
Amarie -
Saludos
Amarie
Anwar -
Saludos desde:
http://cinemaworldycomics.blogspot.com/
P.D.: Si te gusta, vótame en la categoría de Mejor blog de cine" a continuación:
http://www.20minutos.es/premios_20_blogs/resultado-busqueda/Cinemaworld+y+C%F3mics+/
Muchas gracias